El Gran Varón
    
    
    
    
    
        
        
            Willie Colón

El Gran Varón Willie Colón

En la sala de un hospital
A las 9:43, nació Simón
Es el verano del 56
El orgullo de don Andrés por ser varón

Fue criado como los demás
Con mano dura, con severidad
Nunca opinó
Cuando crezcas, vas a estudiar
La misma vaina que tu papá
Óyelo bien
Tendrás que ser un gran varón

Al extranjero, se fue Simón
Lejos de casa, se le olvidó aquel sermón
Cambió la forma de caminar
Usaba falda, lápiz labial y un carterón

Cuenta la gente que, un día, el papá
Fue a visitarlo sin avisar, ¡vaya, qué error!
Una mujer le habló al pasar
Le dijo: Hola, ¿qué tal, papá? ¿Cómo te va?
No me conoces, yo soy Simón
Simón, tu hijo, el gran varón

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

Se dejó llevar
Por lo que dice la gente
Su padre jamás le habló
Lo abandonó para siempre

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

No te quejes, Andrés
No te quejes por nada
Si del cielo te caen limones
Aprende a hacer limonada

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

Y mientras pasan los años
El viejo, cediendo un poco
Simón ya ni le escribía
Andrés estaba furioso

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

Por fin, hubo noticias
De donde su hijo estaba
Andrés nunca olvidó el día
De esa triste llamada

En la sala de un hospital
De una extraña enfermedad, murió Simón
Es el verano del 86
Al enfermo de la cama 10, nadie lloró

Simón, Simón
Simón

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

Hay que tener compasión
Basta ya de moraleja
El que esté libre de pecado
Que tire la primera piedra

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza

El que nunca perdona
Tiene destino cierto
De vivir amargo recuerdo
En su propio infierno

No se puede corregir a la naturaleza
Palo que nace dobla’o jamás su tronco endereza